lunes, 14 de abril de 2008

EL CHE GUEVARA Y EL HIMNO DE RIEGO.

Como hoy se conmemora el 77º aniversario de la proclamación de la Segunda República Española (1931-1936), he querido celebrarlo rescatando una pequeña anécdota que tiene como protagonista a uno de los símbolos republicanos más característicos: el Himno de Riego, que, como todos sabemos, se ha convertido en himno del republicanismo español.

La anécdota tiene como narrador al revolucionario argentino Ernesto “Che” Guevara, quien presenció los hechos en un viaje por Argentina, Chile y Perú que realizó en su juventud acompañado de su amigo Alberto Granado. Este viaje fue relatado posteriormente en el libro Diarios de motocicleta y convertido en película en 2005 por el brasileño Walter Salles. En estas memorias, el "Che" cuenta lo que sucedió en 1951 en la ciudad de Cuzco tras las obras de reparación de la catedral tras un terremoto, empresa sufragada por el gobierno español:

Los campanarios de la catedral, derribados por el terremoto de 1950, habían sido reconstruidos por cuenta del gobierno del general Franco y en prueba de gratitud se ordenó a la banda ejecutar el himno español. Sonaron los primeros acordes y se vio el bonete rojo del obispo encarnarse más aún mientras sus brazos se movían como los de una marioneta: “Paren, paren, hay un error”, decía, mientras se oía la indignada voz de una gaita: “dos años trabajando, ¡para esto!”. La banda -no sé si bien o mal intencionada-, había iniciado la ejecución del himno republicano.

Ernesto “Che” Guevara, Diarios de motocicleta,
capítulo “El Señor de los Temblores”.

El suceso nos recuerda a otros “errores” más recientes ocurridos en Australia durante la final de la Copa Davis de 2003 y en Santiago de Chile durante una visita de José Luis Rodríguez Zapatero el año pasado. Muchos errores me parecen a mí. ¿No será una conspiración judeomasónica y terrorista en lo musical?

sábado, 12 de abril de 2008

¡HAY GENTE PA TÓ! (III): EL CASO DE LA MANO DIABÓLICA.

En el post ¡Hay gente pa to!, publicado hace un par de semanas, Fernando Jiménez del Oso nos contaba que, con la excusa de estar hechas en nombre del Diablo, el ser humano cometía gran cantidad de estupideces. ¡Y cuánta razón tenía! Y nada mejor para ilustrarlo que una noticia con la que me he topado por casualidad.

En la localidad norteamericana de Kootenai (Idaho), un joven de 20 años, cuya identidad no ha sido revelada, se ha cortado una mano (no he podido averiguar cuál de las dos) con una sierra circular. ¿El motivo? Pues que dicho apéndice tenía “la marca de la Bestia”. Y para rematar la perfomance, hasta que llegara la policía (puesto que previamente había llamado al servicio de emergencias y avisado de que estaba sangrando abundantemente), metió el miembro amputado en el microondas, donde lo encontró el agente que acudió a la llamada. Estaba algo cocida cuando llegó el agente”, declaró para la prensa Ben Wolfinger, ayudante del sheriff del condado.

Él simplemente sintió que necesitaba cortarse la mano”, prosiguió Wolfinger, que afirmó que ni el joven ni su mano presentaban ninguna marca del Diablo, ni de cualquier otro tipo. En cuanto a su estado físico, éste era bueno puesto que "se había puesto antes un torniquete en el brazo, y por eso no murió desangrado. Ese tipo de enfermedad mental es muy triste".

Lógicamente, el joven fue internado en la unidad de salud mental de un centro médico de la localidad.

La Bestia según el Beato de Fernando I
de Castilla y la reina Sancha (1047).

Al parecer, para hacer tal hazaña nuestro "héroe" se inspiró en varios versículos de la Biblia, del estilo:

• “Y el tercer ángel los siguió, diciendo en alta voz: si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y toma la marca en su frente, o en su mano. Este también beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero” (Apocalipsis, 14:9,10).

Si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y tírala. Es mejor perder una parte de tu cuerpo que condenarlo entero al infierno” (Evangelio de San Mateo, 5:30).

La verdad es que sí, ¡hay gente pa tó!

lunes, 7 de abril de 2008

EL HOMBRE DE FLORES. ¿UNA NUEVA ESPECIE O SIMPLEMENTE UN HOMBRE ENFERMO?

Investigadores australianos acaban de concluir que el Hombre de Flores habría padecido en realidad una enfermedad llamada cretinismo, causada por una mala nutrición que provoca un retraso físico y mental. En la isla del Pacifico de Palau, científicos sudafricanos han encontrado, además, veinticinco esqueletos de unos seres diminutos parecidos al Hombre de Flores, aunque ligeramente más robustos. Dos noticias que se han presentado como una prueba de que el Homo florisiensis no fue en realidad una nueva especie aislada y extinta hace dieciocho mil años, que convivió con el Homo sapiens, sino un accidente. El debate sigue abierto.

FUENTE: La aventura de la Historia, nº 114, abril 2008, pág. 14.

Más de lo mismo:

http://www.elmundo.es/
http://blogs.periodistadigital.com/

http://www.antropologicas.com/ (debate)
http://www.lavozdegalicia.es/
(nueva especie)

jueves, 3 de abril de 2008

¡SUPERAMOS LAS 10.000 VISITAS!

¡Por fin hemos alcanzado las 10.000 visitas! Cuando emprendimos el viaje de El Blog de HermesTrismegisto, allá por el pasado mes de abril, ni se nos pasaba por la cabeza una cifra tan alta. Ya sabemos que en realidad no es para tanto, puesto que hay blogs que reciben millones de visitas diarias, pero para nosotros esta cifra tiene un gran valor.

Por eso queremos agradeceder su visita a todos los que han entrado en el blog y, en especial, dar las gracias a los que han colaborado en él y nos visitan periódicamente.

¡Muchas gracias!

miércoles, 2 de abril de 2008

¿FUE HITLER UN AGENTE BRITÁNICO?

Este rompedor título lleva un pequeño artículo publicado en el último número de la revista Más allá de la Ciencia (nº 230, pág. 10). Al leer el encabezado ya me dije que esto era un despropósito, aunque al leer el artículo entero cambió mi opinión. No era un despropósito. Es una auténtica burrada. Y lo más gracioso es que ni el propio periodista (Frank G. Rubio) parece creerse lo que cuenta y deja bien claro que estas barbaridades no son obra suya, sino que aparecen en el libro Hitler was a British Agent, de Gregg Hallet y The Spymaster.

Pero mejor, que podáis leer el texto íntegro:

Eso afirman Gregg Hallet y The Spymaster en el libro Hitler was a british Agent (Hitler fue un agente británico): Adolf Hitler fue un agente británico que logró escapar de Berlín en 1945. Basan parte de su historia en las Memorias escritas por Bridget Hitler, cuñada del dictador. La obra sostiene que el Führer estuvo en Inglaterra, concretamente en Liverpool, entre 1912 y 1913. Allí, en el Instituto Tavistock de Londres, dedicado a la guerra psicológica, fue sometido a un lavado de cerebro convertido en un agente doble –cuentan-, iniciando una exitosa carrera que le llevó a cumplir los designios de sus maestros, los Illuminati. Tras su derrota, escapó en 1945 de Berlín dejando atrás el cadáver de un doble. Murió –siempre según la versión de este libro- en Barcelona en 1950 a causa de un cáncer de estómago.

Como descubrimiento histórico, la verdad es que esta idea no tiene ni pies ni cabeza, pero como idea para una novela pseudohistórica podría tener futuro y no digamos como guión de un blockbuster hollywoodiense: un agente que, dejando su feliz vida, se infiltra entre los malos y se mete tanto en su papel que hasta se lo cree y se convierte en el más malo de los malos, pero, como en el fondo es de los buenos, al final se salva; aderezado con una secta malvada que lava el cerebro a jóvenes inocentes para realizar sus planes (en este caso la inexistente secta de los illuminati, que me hace recordar [a mi pesar] a Dan Brown y su Ángeles y demonios); con una gran guerra como telón de fondo…; y unos toques (mínimos, pero efectivos) de Historia, que le dan verosimilitud para la mayoría de las personas…

Sin embargo, una cosa sí que tengo que aclarar. Y, curiosamente podría ser una historia paralela a la contada anteriormente. Adolf Hitler sí que trabajó como espía militar, pero para el gobierno alemán de la República de Weimar (y no del británico), desde julio de 1919 (y no desde 1912 0 1913, puesto que en esas fechas malvivía en Viena ganándose la vida como pintor y en 1913 se trasladó a Munich para escapar del servicio militar) y para espiar a un nuevo partido extremista que acababa de aparecer en Alemania. El Partido Obrero Alemán (Deutsche Arbeiterpartei), que creían de filiación comunista. Sin embargo, el joven Hitler, al entrar en contacto con el grupo vio que se trataba de un partido nacionalista de extrema derecha y quedó fascinado por el discurso desplegado por sus líderes (en particular Dietrich Eckart) y entró a formar parte activa del grupo, del que no tardaría en hacerse líder y cambiarle el nombre por Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, NSDAP). Y el resto es Historia (con su muerte, real o de un doble, en el bunker de Berlín el 30 de abril de 1945).

Y, para finalizar, una reflexión. ¿Quién demonios es The Spymaster? Se supone que es uno de los dos autores del libro de marras, pero ¿qué credibilidad puede tener un historiador que se se hace llamar así?

domingo, 30 de marzo de 2008

¡HAY GENTE PA TÓ! (II)

Sí, ya sé, ya sé, el título no es muy original teniendo en cuenta el post previo, pero es que estoy un poco perro últimamente para todo lo que no sea el maldito laburo.

El caso es que en "The Teleplastic Inquirer" he descubierto (vía "Las penas del agente Smith") un directorio de joyitas que deberían ustedes revisar si tienen tragaderas y sentido del humor (o si anhelan el secreto de la inmortalidad, la eterna juventud o una explicación con pelos y señales de lo infantiles que resultan las teorías de Einstein... incluso si desean conocer de primera mano lo que se siente viviendo en una "piramicasa" con su "piramicama").

Que lo disfruten.

viernes, 28 de marzo de 2008

¡HAY GENTE PA TÓ!

Recientemente, en un artículo sobre la figura del Diablo, me he encontrado con una muy interesante cita de Fernando Jiménez del Oso (1941-2005):
El diablo tiene mala prensa. Feo, apestoso y cornudo, anda por ahí cometiendo todo tipo de aberraciones y seduciendo a los más tontos -o a los más resentidos- para que en su nombre forniquen frenéticamente o degusten sangre de neonatos como si fuera Bloody Mary. Hay gente para todo, lo que no hay es Satanás que justifique tanta estulticia.
¡Y hay que ver cuánta razón tiene!

La verdad es que leyendo esta cita me he acordado de otra anécdota, de tema muy distinto, pero que al final llega a una conclusión semejante: se cuenta que en cierta ocasión coincidieron en una fiesta de sociedad madrileña el torero Rafael Gómez Ortega, El Gallo (1882-1960) y el filósofo José Ortega y Gasset (1883-1955). Al parecer, como no se conocían, un conocido de ambos quiso presentarlos. Tras las fórmulas de cortesía de rigor, El Gallo, intrigado, preguntó qué era eso de "filósofo", a lo que le explicaron que "un filósofo es una persona que se dedica a pensar". Dicen que el matador respondió con un lacónico: "Hay gente pa ".
Hay otra versión atribuida al también matador Rafael Guerra, Guerrita (1862-1941), pero la de El Gallo es la más difundida y aceptada.

UN CHISTE VANGUARDISTA (y II).

Este breve post sólo tiene el objetivo de satisfacer el ego del amigo Girolamo, ya que no fue mencionado en el anterior post sobre la anécdota de Barbara Rose y fue precisamente él el que me proporcionó el conocimiento de la existencia del libro dónde aparecía el chascarrillo.
Y como he recibido quejas de su parte, enmiendo mi error y le reconozco el valor que tiene como maestro y rector en los procelosos caminos del Arte. Gracias, Girolamo, sin ti este blog no sería el mismo (y de paso cúrratelo un poco y escribe algo [de buen rollo, eh]).

martes, 25 de marzo de 2008

UN CHISTE VANGUARDISTA.

Tras casi dos meses "desaparecidos" (por causas laborales, principalmente) estamos de regreso. Y para empezar, nada mejor que un poco de humor.

Días atrás, leyendo el libro El arte último del siglo XX. Del posminimalismo a lo multicultural, de Ana María Guasch (Alianza Forma, pág. 236), me encontré con una cita de la crítico de Arte Barbara Rose que hacía referencia a una ocurrencia muy popular (eso dice ella) en el mundo del Arte (en su artículo "American Painting: The Eighties”). Ante la pregunta de qué acontecimientos definían la defunción de la action painting, respondía del siguiente modo: "[Barnett] Newman cerró la ventana, [Mark] Rothko bajó la persiana y [Ad] Reinhardt apagó las luces" (los nombres entre corchetes son nuestros, no de la cita).

¿Y qué gracia tiene esto? Pues la verdad, bastante. Pero no voy a desvelarla, pues veo más interesante y productivo que quien esté interesado en entender esta anécdota busque la obra de estos tres autores y lo vea por sí mismo (que fue precisamente lo que yo mismo hice), pues es mucho más satisfactorio aprender por uno mismo que te lo den todo masticadito.

Espero que al menos UNA PERSONA tenga la curiosidad necesaria e investigue (aunque sea un poco). Y es que en el fondo soy un romántico y aún creo en que la especie humana tiene futuro. ¡Qué le vamos a hacer!

miércoles, 30 de enero de 2008

EL CÓDIGO SHAKESPEARE: UNA CONSPIRACIÓN QUE CAMBIÓ LA HISTORIA.

Con tan mediático título publica Enrique de Vicente un artículo en el número de febrero de la revista Año/Cero (páginas 10 a 17). En él se ocupa del mismo tema que ya tratamos en este blog hace un mes (¿Quién escribió las obras de William Shakespeare?), decantándose por la teoría que apunta hacia la autoría de Francis Bacon.

Por ello, aprovecho la aparición de este artículo para recomendar su lectura y, de paso, la de nuestro artículo [autopromoción descarada].


Para finalizar, reproducimos el texto en el que el propio Enrique de Vicente nos anticipa
brevemente, en la editorial que da inicio a la revista, el tema que tratará unas páginas más tarde:
En 1857 Delia Bacon planteó que las obras atribuidas a Shakespeare fueron concebidas por un grupo de escritores, relacionados con el genial estadista, filósofo e iniciado Francis Bacon; pretenderían con ello inculcar en la mentalidad de las gentes –discreta y eficazmente– un sistema filosófico oculto tras una apariencia superficial, por la cual no deseaban asumir la autoría de las mismas. [...]

Desde entonces se han sucedido una larga serie de estudios que pretenden demostrar la existencia de códigos secretos, utilizados para ocultar diversos mensajes en las obras de Shakespeare y de Bacon.Todas ellas –las impecablemente argumentadas y las de apariencia más descabellada– se desprecian como inaceptables dentro de los círculos académicos, tanto por considerarse muy distintos los estilos literarios de Shakespeare y de Bacon, como porque la desbordante actividad de este último sería incompatible con la plasmación de la voluminosa obra shakesperiana. Similar escepticismo suscitan los estudios que presentan como autores a Marlowe, el Conde de Oxford u otros escritores, que compartieron una relación personal con Bacon. Y sencillamente se ignoran los múltiples argumentos y evidencias que cuestionan la preparación de Shakespeare para ser el único autor de todo lo publicado bajo su nombre (1).
• (1) DE VICENTE, Enrique, "Editorial", Año/Cero, febrero 2008, pág. 3.

lunes, 28 de enero de 2008

EL FRANQUISMO OCULTO (I): ¿PREDIJO SU MUERTE CARRERO BLANCO?

Siempre se nos ha dicho que el franquismo fue un sistema basado en fuertes convicciones católicas y que persiguó cualquier movimiento esotérico, masónico o heterodoxo en general que hubiera dentro España. Sin embargo, lo cierto es que durante los casi cuarenta años de la dictadura, Francisco Franco, al igual que hiciera su homólogo Aldolf Hitler años antes, para reafirmarse y perpetuarse en el poder, se valió de numerosos elementos al margen de la ideología oficial de Régimen y de la corriente ortodoxa del catolicismo.

Siguiendo esta idea, Con este post iniciamos una serie en la que iremos exponiendo algunos de esos elementos esotéricos de este largo período de la historia de España, muchos de los cuales estuvieron siempre a la vista de todos, aunque no fueran interpretados de la forma correcta.

Como acercamiento inicial al tema no hablaremos directamente del Caudillo, sino de su mano derecha, el almirante Luis Carrero Blanco (1903-1973). Resulta extraño que el hombre de confianza de Franco y heredero de toda su labor política esté relacionado con temas tan poco ortodoxos, pero, al parecer, él mismo creía poseer la facultad de ver el futuro a través de los sueños.

En la década de los 50 el almirante empezó a experimentar una serie de sueños que él consideró proféticos y que fueron publicados en el libro Comentarios de un Español, escrito por Juan de la Cosa, que no es otro de el propio Carrero Blanco oculto tras un pseudónimo. Esta obra, difundida desde los años 70, sigue gozando de buen predicamento entre la extrema derecha española, pues se cree que se trata de una premonición de lo que le pasará a España tras la muerte de Franco. Y es paradójico (o no) que los tres puntos directrices de Comentarios… sean tres de los temas favoritos del Caudillo: la monarquía que se instaurará tras el fallecimiento del dictador, el comunismo (¡cómo no!) y la masonería (ibidem), que, según los seguidores de esta obra, son culpables de traicionar a España, a Franco y al Régimen.

Sin embargo, a mi juicio, el vaticinio más curioso de Carrero Blanco no aparece en ese libro y le afectó a él directamente. Se cuenta que en 1959 el entonces Subsecretario de Presidencia confesó a Franco que llevaba varias noches teniendo el mismo sueño:

Llevo algunos días soñando con algo recurrente. Y yo analizo muy bien mis sueños, sé que algo significan, no me pregunte usted la razón… Durante varias noches me despierto sobresaltado, veo que el coche desde el que usted y Eisenhower saludan al pueblo vuela por los aires (1)”.

Como sabemos -esto es Historia-, en ese mismo año 1959 el presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower (1890-1969) realizó una visita a España para dar un espaldarazo político al franquismo, pues desde hacía unos años Franco se había convertido en uno de los principales aliados de los Estados Unidos en Europa occidental en su lucha conjunta contra el bolchevismo. Pero la visita y el encuentro entre los dos Jefes de Estado se produjeron sin contratiempo alguno y, ni mucho menos, su coche voló por los aires como soñó el futuro Presidente del Gobierno. Carrero había fallado en su vaticinio. ¿Seguro? Para algunos no fue así.

Hay quien opina que ese sueño le advertía de algo más cercano. El coche que sí que voló (y mucho) -y esto sigue siendo Historia-, pero 24 años más tarde, fue el del propio almirante, el 20 de diciembre de 1973, en un atentado perpetrado por ETA y que acabó con la vida del político y militar cántabro. Por este motivo, para algunos el sueño no vaticinaba un atentado contra Franco y Eisenhower, sino su propia muerte.

Distintas imágenes del escenario del atentado de diciembre de 1973.

(1) LESTA, José, “Ocultismo en la dictadura”, Enigmas, nº 146, pp. 23 y 23.

Recomendaciones:
• LESTA, José, “Ocultismo en la dictadura”, Enigmas, nº 146, pp. 18-25.
LESTA, José y PEDRERO, Miguel, Franco Top Secret, Temas de Hoy, 2007.
RÁMILA, Iván, “Fuentes de poder”, Enigmas, nº 146, pp. 26-30.
Recreación del atentado a Carrero Blanco en la película italoespañola Operación Ogro (Gillo Pontecorvo, 1979).

lunes, 14 de enero de 2008

LA FASCINACIÓN DE LOS CHINOS POR LA NUMEROLOGÍA.

En la misma época en que apareció en China la escritura pictográfica sobre los caparazones de tortuga y los huesos de animales (hacia 1500 a.C.), los chinos inventaron la numeración decimal. Más allá de su uso aritmético, en la cultura china los números tienen un significado propio. De este modo, en el siglo III Xu Yue, en sus célebres Notas sobre el arte de los números (obra que supone un verdadero tratado de numerología), asocia ya los números con los colores y las formas.

Para los chinos, el 3 (sān, ) es el número fundamental y perfecto a partir del cual, según el Libro del dao, fueron creados los seres vivos. Por eso comúnmente se habla de los «tres emperadores fundadores» (Fuxi, Shennong y Huangdi), de las «tres escuelas de pensamiento» (el confucianismo, el taoísmo y el budismo), de los «tres reinos» (Shu, Wei y Wu) en que se dividió China en el siglo III d. C. y que fueron objeto de una de las novelas más famosas, la Crónica de los tres reinos (obra de Chen Shou, 233-597); de las «tres invenciones» (la pólvora, la brújula y la imprenta) que revolucionaron las condiciones de vida de los chinos, e incluso de los «tres principios del pueblo» (nacionalismo, democracia y solidaridad) del dirigente moderno Sun Yat-sen.

Una cifra menos afortunada es el 4 (, ), que, como nuestro número 13, trae mala suerte, habiendo incluso todavía hoy hoteles que siguen sin poner este número en los botones de los ascensores, ya que evoca la muerte. No obstante, ha dado lugar a algunas clasificaciones más afortunadas, como los «cuatro libros» confucianos (los Diálogos de Confucio, el Mengzi (Mencio) y los dos opúsculos sacados del Liji, la Gran enseñanza y la Compilación del justo medio) los «cuatro tesoros del letrado» (la tinta, el pincel, el tintero y el papel). Y mucho más recientemente, parece que Deng Xiao-ping no consideraba nefasta esta cifra, pues la utilizó para su lema de las «cuatro modernizaciones».

El 5 (, ) fue siempre un número fetiche. Se hablará así de los «cinco secretos de la felicidad» (salud, riqueza, prosperidad, virtud, longevidad), los «cinco elementos (Cinco fases o Cinco Agentes, wuxing), las «cinco direcciones» (norte, sur, este, oeste, centro), los «cinco clásicos» (wujing, colección de libros que para los chinos poseen un valor semejante a Platón o la Biblia en la cultura occidental), los «cinco animales domésticos» (buey, cordero, cerdo, gallina y perro), las «cinco vísceras» de la medicina (bazo, pulmones, corazón, hígado y riñón) y un largo etcétera.

Sería muy largo mencionar otros números que también están asociados a conceptos. Nos limitaremos a indicar que el 7 (, ) era considerado el número Yang más «perfecto», mientras que el 9 (jiǔ, , considerado el número más «completo») simbolizaba al emperador (de hecho, la mayoría de los palacios imperiales contaban con nueve patios sucesivos). El 8 (bā, ) traía buena suerte, probablemente porque hay «ocho trigramas» (I ching, o Libro de las mutaciones), y el 10 (shí, ) representaba la «etapa última», ya que era en ese punto donde se reunían los «diez troncos celestes» del ciclo del calendario lunar tradicional (tiangan).
En cuanto al 100 (bǎi, ), es sinónimo de profusión y abundancia. Y en consonancia con ello, Mao Zedong lanzó la «Campaña de las 100 flores». El Libro de los 100 apellidos, editado en época Song (es una compilación de los 430 patronímicos más corrientes de China), lo tenían que aprender de memoria todos los colegiales chinos.

Por último, el número 10.000 (wàn, 万 o 萬) simboliza el infinito. Así los «10.000 años de longevidad» (wan sui) no es ni más ni menos que la inmortalidad. Es lo que entonaba en honor de Mao la muchedumbre cuando desfilaba el 1 de mayo, en la plaza de Tian Anmen, ante el viejo líder.

Amplía información en:
En www.latercera.cl/.
En Wikipedia.
En centros5.pntic.mec.es.

FUENTE: FRÈCHES, José, Érase una vez China. De la Antigüedad al siglo XXI, Espasa Calpe, 2006.

domingo, 6 de enero de 2008

DECONSTRUYENDO A SHERLOCK HOLMES


La obra de Mark Tansey me seduce como un misterio; de técnica precisa, monocromática, impersonal y aparentemente ausente de emotividad, consigue sin embargo recrear atmósferas inquietantes que transforman mágicamente una reflexión lingüística, filosófica o estética en un reto detectivesco: me viene a la mente una declaración de Degas afirmando que pintar un cuadro es como planear un crimen.

El espíritu que mueve el arte de Tansey es postmoderno y sumamente irónico, mordaz en ocasiones. Su obra es difícil de clasificar: participa del hiperrealismo, del realismo mágico, del surrealismo, del arte pop y de la figuración de la transvanguardia en general, pero de ninguna manera puede encuadrarse en ninguna de estas tendencias.

Quería hablarles brevemente de una de sus obras en concreto, muy sugerente y representativa de su actitud frente a las esferas del arte, la literatura, la sociedad y el pensamiento occidental… se titula Derrida Queries De Man (Derrida cuestiona a De Man).

Mark Tansey, Derrida queries De Man, 1990 (Collection of Mike and Penny Winton)

Hay dos hombres luchando o bailando al borde de un precipicio del que no se aprecian los límites verticales y cuya condensación al fondo igual podría pertenecer a una cascada como al vacío. Esta ambigüedad visual y descriptiva es intencional y característica de Tansey.

El título de la obra nos informa acerca de la identidad de los dos personajes del cuadro: se trata del filósofo Jacques Derrida, creador de la deconstrucción y la filosofía de la différence, y Paul De Man, destacado intelectual deconstructivista y crítico literario.

Adrian Costache aporta su interesantísima interpretación de esta pintura desde una óptica puramente filosófica. Según él, el punto de vista introducido en el cuadro está aludiendo directamente a la deconstrucción, ya que se supone que una de las características esenciales de esta disciplina es que no aborda sus planteamientos desde una única perspectiva, sino desde una perspectiva múltiple, exclusiva forma de acceder a la estructura oculta de los procesos culturales. Además, el propio Derrida describe la deconstrucción como una disciplina rigurosa, lo cual establece una clara analogía con la danza (recordemos que los dos personajes de la pintura están bailando). No acaban aquí las referencias directas a Derrida en la pintura: el locus pictórico en el que nos movemos es el borde de un precipicio, y el filósofo francés decía que se estaba siempre moviendo en los límites del discurso filosófico.

Además, el fondo del cuadro sugiere una especie de vacío, un no-fin del espacio representado y del espacio pictórico. Derrida habló en una ocasión de que los procesos culturales y filosóficos de la civilización occidental parecían no tener fin y que los mecanismos encaminados a perpetuarlos a través del tiempo funcionarán eternamente.

No sólo eso: si contemplan con detalle el primer término del cuadro, verán que hay una especie de texto camuflado con el paisaje. Cito a Derrida: “la deconstrucción interroga a la filosofía más allá de su significado, tratándola no sólo como un discurso sino como un determinado texto inscrito en un texto general, encerrado en la representación de su propio margen”.

Todo esto lo conecta Costache con la pregunta acerca de la naturaleza post-metafísica de la filosofía hermenéutica de Gadamer. Pero me voy a quedar ahí, recomendando la lectura del artículo completo a todos aquellos a quienes les interesa el mundo de la filosofía.

Sin embargo, lo que más me asombra del cuadro de Tansey es la habilidad con la que ha conseguido imbricar su discurso en una forma representativa que configura una referencia visual poderosísima, de primer orden, a un tipo de literatura popular muy sugerente y, sobre todo, a un personaje que constituye un auténtico arquetipo en el inconsciente colectivo: Sherlock Holmes.

Efectivamente, cualquiera que tenga unos mínimos conocimientos de las aventuras del detective creado por Conan Doyle tiene que haber relacionado de forma casi automática la escena de la pintura de Tansey con “El último problema”, el relato en el que Sherlock Holmes se deshace del malvado Moriarty arrojándolo tras una lucha cuerpo a cuerpo a las cataratas de Reichenbach. Holmes aprovecha para fingir su propia muerte y regresar a Londres utilizando esa ventaja en contra de sus enemigos.

Obviamente, todo esto no es casual; la imagen en que se basa directamente Tansey para efectuar su particular proceso de deconstrucción pictórica es, y ahí precisamente radica parte de su genialidad, una ilustración de Sidney Paget para el relato de Conan Doyle, en donde aparecen Holmes y Moriarty luchando a brazo partido en el precipicio:

Sidney Paget, 1893: ilustración para The Final Problem, de Conan Doyle

Es entonces cuando sustituimos las personalidades de Derrida y De Man por las de Holmes y Moriarty, el detective y su poderoso antagonista, su igual en el lado oscuro, que ya no están bailando un tango sino luchando a muerte al borde de un precipicio. Supremo giro tanseyano cargado de ironía en el que el mismo proceso pictórico pasa a ser no sólo un homenaje a la deconstrucción derridiana, sino deconstrucción auténtica, lectura postestructuralista que nos muestra un texto filosófico-lingüístico entrelazado con otro literario-detectivesco, dos personajes reales del mundo de la cultura que se desdoblan en dos personajes míticos del mundo de la ficción, un texto que lleva a otro texto que lleva a otro texto que lleva a otro texto… así hacia el infinito que parece insinuarse en la indefinición de la pintura, que también se desarrolla al borde del discurso pictórico y del filosófico y del literario… es ahora cuando alcanzamos a comprender que el texto camuflado en el primer plano del paisaje es el de Derrida, el de Conan Doyle, incluso el de Homero, Shakespeare y Cervantes.

Tansey parece darle la razón a Borges: todas las historias son una única historia que ya ha sido contada muchas veces y que seguirá contándose eternamente.

Adoro el arte contemporáneo, adoro a Tansey…