Cada uno es más increíble si cabe. La verdad es que hace tiempo que nos las veía y siguen causándome la misma impresión que el primer día. ¡Por Dios, que esos tíos no se me crucen jamás en mi camino! Especialmente espeluznantes son los tres primeros.




... Si es que nos gusta vivir en el borde del filo, ¡recórcholis!
ResponderEliminar